D.I.R (entregado)

D.I.R:

Me dijiste que si no me animaba a hablarte “face to face”, intentara escribirlo, o algo parecido; porque aprovecho también para confesarte que te escuché de manera bastante superficial. No porque no me importara tu opinión o punto de vista, al contrario, creo que me afecta en demasía.En definitiva ya ni sé porqué te escribo, si no creo llegar a darte esto. No es necedad, no, pasa por otro lado. Es tu mensaje corporal, gritándome a través de cara poro, que estás cansada de mí, de mis desvaríos, mi a veces, poca tolerancia y comprensión, y de ser (justificadamente agotada de mi en este punto) siempre el blanco de mis enojos, mi ira, mis desgracias y frustraciones.
Sonará fuerte o whatever, pero tenerte sentada al lado, es un sínico recordatorio de todo aquello que deseo ser y no podré jamás. Porque seamos realistas, somos tan distintas. Vos tan pura, tan límpida. Y yo, tan gris, y hasta a veces tan oscura; tan imperfecta.
Difícilmente sé hablar de mí, pero me es aún más complejo y descalibrante que se hable de mí como debate popular (aunque sea entre dos personas). Nunca di rienda suelta a que esto sucediera, a pesar de los reproches ajenos y a mis múltiples intentos (frustrados, por supuesto). No puedo ser objetiva, y para ser sincera, a veces lo siento como una invasión, un robo desenfrenado hacia mi parte más resguardada: mi interior. De todas formas, agradezco profundamente todo lo que hacés por mí. Lo que intento explicarte es que, si no hablo con vos ciertas cosas, no es porque no lo necesite o desee profundamente, o porque lo hable con otras personas, es algo que está más allá de todo, no puedo evitar callar las cosas que me hacen mal. Tal vez el dolor se vaya momentáneamente, pero es lo que sé hacer, es lo que hice hasta este momento. Y ahora, más que nunca.
Debés estar maldiciendo el haberme conocido más (no lo niegues, se siente tan expositivamente y a la vez, tan simulado por tu moral y lo que deberías ser/hacer), desearías haberte quedado con esa relación cuasi-perfecta de los inicios. Pero tarde, cometiste el error (tal vez el único en tu vida), de demostrare algo de afecto y comprensión a esta obsesiva idealista, que en-diosa personas hasta un grado tal de auto-denigración.
No digo nada, o estoy diciendo demasiadas cosas de las que voy a arrepentirme más tarde (para eso todavía hay tiempo), aunque a decir verdad, creo, ya ni me interesa realmente.Es este estado de duda permanente indescriptible, de neutralidad insostenible, pero a la vez, impenetrable, siento que cada vez hay menos personas, o en realidad, veo de una vez que no hay nadie, que nunca hubo nadie. No creo que estar hablando de amistades, si algo encontré en la vida, son personas que acompañan, que me acompañan en la vida, en la felicidad y tal vez en el dolor; pero a pesar de todo, no pueden hacer nada contra este sentimiento punzante de soledad.
Y este es el punto en el cual no se cómo continuar, como hilar las palabras para decir algo coherente que pueda aclararte cosas a vos, y darme una sensación de liberación. Si, soy complicada hasta para escribir una carta simple, a alguien que sé, esta dispuesta a entenderme, a ayudarme.
En realidad, para ser más directos, es esa falta de identificación con el otro, de un par referente. Es el sentirse diferente donde quiera que vaya, de creer no pertenecer a ningún lugar, siempre sentirse de más, incluso dentro de uno mismo. De todas formas, dejemos algo en claro. No me siento víctima de nada, ni nadie. Sólo de mi misma, en todo caso. Después de todo, nadie más me obliga a sentirme así, que yo misma y mi fuckin’ paranoia.
Y como para ir terminando de manera positiva, o como quieras calificarlo. La vida me hizo así, lamentablemente no puedo cambiar, aunque me lo proponga y me lastime, me frustre y demás consecuencias.

Por lo pronto, gracias y buena vida.